EL PARTENAIRE-SINTOMA
El sintagma partenaire, guión, síntoma, es el título compuesto del curso de Jacques-Alain Miller dictado en París en los años 1997-1998. Si bien los temas de cada uno de sus cursos se caracterizan por una discontinuidad, una puntuación, un acento esclarecedor de la enseñanza de Lacan, El partenaire-síntoma es el efecto directo del curso dictado el año anterior junto con Éric Laurent, titulado El Otro que no existe y sus comités de ética. En estas clases Miller examina en forma aguda y precisa las consecuencias clínicas y en la vida amorosa de un mundo en el que el Otro no existe e introduce una original perspectiva del final de análisis. El síntoma no es ya solo una disfunción descifrable a través de la sustitución significante. La última enseñanza de Lacan muestra cómo incluso siendo Unlust, displacer, es también el retoño de la pulsión y por ende siempre es interpretable como satisfacción. Desde esta perspectiva, siempre se goza del síntoma aunque sea perturbador. El goce se presenta como síntoma. Este viraje de Lacan vuelve al síntoma el más uno del ternario de los registros fundamentales, un cuarto redondel que anuda de modo borromeo los tres campos, e incluso una suplencia frente a la falta de anudamiento de los tres. De esta manera, las estructuras clínicas –neurosis, psicosis y perversión– expresan distintos modos de funcionamiento del síntoma. Es más, la pregunta que Lacan formula acerca del final del análisis, luego de situar el “hueso de la cura”, encuentra como respuesta la “fatalidad” del síntoma: no hay pulsión sin síntoma, hay que saber cómo arregárselas con él. Los modos de gozar de los seres hablantes determinan su repartición en posiciones sexuadas y los matices en el entrecruzamiento entre el amor, el deseo y el goce. El partenaire-síntoma es una manera de situar al partenaire en términos de goce y esto conduce a un novedoso análisis de la vida amorosa. Acompañar este intenso recorrido de Miller es una invitación a la lectura, pero más profundamente aún, es una propuesta a volvernos también nosotros partenaires-lectores de un curso, vuelto letra, que nos interpela.