EL PODER DE LOS SENTIMIENTOS
A mediados del siglo XX, varios notables críticos culturales y visionarios -Erik Erikson, Lionel Trilling, Herbert Marcuse y muchos otros- dirigieron su atención al psicoanálisis entendido como una medida de la satisfacción personal y cultural humana. Ahora, al entrar en un nuevo milenio, Nancy J. Chodorow, famosa teórica feminista y psicoanalista, se suma a ese grupo de eminentes pensadores y revitaliza aquel proyecto. Según Chodorow, el psicoanálisis ofrece, en sus objetivos clínicos y en su visión de posibilidad, una penetrante percepción de la naturaleza de la subjetividad y la calidad de las relaciones con los demás. La teoría psicoanalítica continúa la línea de reflexión y especulación sobre la buena vida trazada durante siglos.
Para escribir este libro extraordinario, Chodorow se inspira en sus amplios conocimientos y antecedentes en los terrenos de la teoría social y el feminismo y en su experiencia como psicoanalista. En capítulos profundamente meditados sobre la teoría psicoanalítica, la autora sostiene que un psicoanálisis que parte de la inmediatez de la fantasía inconsciente y el sentimiento presentes en el encuentro clínico ilumina nuestra comprensión de la subjetividad individual y potencialmente transforma todo el pensamiento sociocultural. Estableciendo un diálogo entre el feminismo, la antropología y el psicoanálisis, Chodorow afirma que el feminismo, la angtropología y otras teorías culturales requieren que los psicoanalistas consideren seriamente en qué medida contribuyen las significaciones culturales a constituir la vida psíquica. Al mismo tiempo, el psicoanálisis demuestra que las teorías contemporáneas de la significación no pueden descuidar el ámbito de lo inconsciente, que, para el individuo, tiene tanto poder como la cultura en cuanto a crear significación. En sus reflexiones sobre el pensamiento actual, Chodorow reconoce las interpretaciones posmodernas de la descentración y la fragmentación de la individualidad, pero sostiene que el psicoanálisis nos da una versión de la subjetividad que incorpora formas de totalidad y profundidad de la experiencia sin las cuales no podemos tener una vida significativa.