Variaciones Del Humor
Habría que esclarecer una cosa. En absoluto es lo mismo tratar la oposición manía/melancolía a partir de dos identificaciones contrarias, que hacerlo a partir de la alienación/separación. La problemática de la identificación condujo a Freud en 1922, en su “Psicología de las masas…”, a esta constatación: “El fundamento de estas oscilaciones espontáneas del [humor] es […] desconocido”. […] Freud intenta atrapar eso a partir de la identificación. Alienación y separación es un binario completamente diferente al de las dos identificaciones: la manía está del lado de la alienación y la melancolía del lado de la separación. La alienación, cuando funciona normalmente, es un momento de la identificación. Eso no ocurre en el caso de la manía, en la que no tenemos tiempo. Tampoco estamos anclados a la identificación con un S1, eso resbala en un deslizamiento metonímico infernal. […] Sin duda es lo que justifica a Binswanger cuando habla de disolución del ego. También tenemos la disolución del superyó que, como decía Lacan, en su fase más profunda, es el objeto a. Estamos aliviados de lo que el objeto a representa como condensación de goce, y en cambio, tenemos la excitación maníaca. La separación a partir de la cual se puede leer la melancolía es la separación del sujeto de la cadena significante, y se separa en cuanto objeto a por el recubrimiento de dos faltas; es la pequeña complicación del esquema de Lacan. Vemos que es un abuso hablar de identificación con el objeto en la melancolía. Es más cómodo hablar así, pero […] no responde en absoluto al criterio freudiano de la identificación. Es una identidad con el objeto. El binario alienación/separación forjado por Lacan con otros fines es más potente para ordenar los fenómenos de la manía y la melancolía que la tesis de las dos identificaciones, que puede no obstante ser convincente solo para algunos casos. Me parece que la base fundamental está en el binario alienación/separación.